El estrés en perros es algo mucho más común de lo que nos imaginamos. Todos los perros por norma general tienen algún tipo de estrés en algún momento, pero no por ello todo el estrés es malo.
¿Qué es el estrés en perros?
Lo primero que debemos hacer para entender mejor el concepto, es definir lo que es el estrés canino. El estrés en perros es una respuesta que genera el organismo ante un cambio. Este cambio puede ser de una naturaleza u otra dependiendo del perro. No a todos los perros les estresan las mismas cosas y tampoco en los mismos momentos, es decir, lo que le estresa ahora puede ser que en otra etapa de su vida no lo haga.
El estrés es la herramienta que permite al cuerpo del perro adaptarse al ritmo del día a día, por lo que es una herramienta normal, natural y necesaria para la supervivencia.
¿Qué tipos de estrés puede sufrir un perro?
Existen distintos tipos de estrés que pueden afectar a un perro. No todos los perros sufren todos los tipos de estrés pero si que pueden sufrir algunos de ellos al mismo tiempo.
Estrés agudo: es aquel estrés que esta provocado por una situación concreta y un estímulo en concreto. Este tipo de estrés es puntual y de igual manera que aparece, tiende a desaparecer después de que el estímulo no esté. Se presenta en forma de picos puntualmente. Este tipo de estrés no es malo, siempre y cuando aparezca y se resuelva de una forma relativamente rápida.
Estrés Panteostático: Es una estrés que el cuerpo hace aparecer frente a situaciones asociadas con la supervivencia como por ejemplo la sed, el hambre, falta de oxígeno… Este tipo de estrés es esencial para la supervivencia de la especie.
Estrés crónico: El estrés crónico es un tipo de estrés que hace que los picos de estrés agudo no sean resuelto de manera satisfactoria y no permite que el nivel de estrés baje después de desaparecer ese estímulo que lo ha provocado. Con este estrés tan continuado en el tiempo, al final nos encontramos frente a un cuadro de ansiedad.
Estrés psicológico: Es un estrés que está muy relacionado con el estrés crónico. Consiste en que el perro siente que el estímulo que provoca el estrés no solo no desaparece sino que se agrava lo que hace que su nivel de angustia suba aun más.
¿Qué situaciones estresan a un perro?
Vamos a analizar algunas de las situaciones más comunes que pueden crear estrés en el perro. Como ya hemos dicho anteriormente, no a todos los perros le estresan las mismas cosas pero, estos son los estresores más comunes.
- Correcciones y castigos: Cuando regañamos a nuestro perro o lo castigamos lo único que conseguimos es elevar su nivel de estrés, lo que deriva en miedos. Así educamos a nuestro perro entorno al miedo y no entorno a la confianza.
- El movimiento y nivel de actividad del entorno: En muchas ocasiones, sin darnos cuenta la mayoría de ellas, elevamos nuestro rito cuando caminamos por casa o por la calle, porque llegamos tarde o simplemente porque nuestro nivel de actividad nos hace ir así inconscientemente. Esto provoca que nuestro perro este más alerta ya que nuestra actitud deja de ser pausada y normal. Por este motivo suelen ir persiguiéndonos por casa cuando más prisa tenemos. Ir rápido eleva nuestro nivel de estrés y el suyo también.
- Interacciones y manipulación: Podemos enumerar una serie de situaciones que debemos evitar para que el perro no aumente su nivel de estrés.
- No ir en linea recta hacia él.
- No agacharse sobre ellos.
- Cuando le acariciamos ir despacio y no forzar si no quieren ser acariciados.
- Debemos analizar cuanto le esta gustando al perro la caricia o si por el contrario intenta que dejemos de hacerlo.
- Modelos de juego equivocados: algunas veces jugamos con nuestro perro y generamos un aumento de estrés y esto puede ser debido a que el juego es demasiado exigente, explosivo o incluso demasiado frenético.
- Exceso de atención o interacción: Cuando los perros pasean deben tener su espacio y debemos evitar estar controlando cada cosa que hacen y evitando que hagan muchas otras cosas. La mejor solución para ellos es llevarles a un sitio adecuado donde pueda tener esparcimiento sin tanto control.
- Dolor y enfermedad: Como a las personas, cuando sufrimos algún dolor o estamos enfermos nos sentimos más incómodos e inseguros, esto aumenta en gran medida su nivel de estrés.
- Excitación inducida: Muchos acostumbran a decir frases como «Vamos a la calle» o «¿Quien está ahí? ¿Quien viene?» Con estas afirmaciones y preguntas y sobre todo con el tono que empleamos para hacerlo, aumentamos su nivel de alerta.
- Nivel de exigencia elevado: Debemos ser conscientes de que perro tenemos y de sus limitaciones. Los perros que entrenan alguna actividad deportiva con alto nivel de exigencia o que simplemente les exigimos un comportamiento al milímetro, son perros con mucho estrés que van acumulando en las distintas situaciones.
- Falta de rutinas: La incertidumbre también sube el estrés. El no saber cuando saldrá a la calle o cuando va a comer, son cosas que preocupan al perro. Por eso es importante tener sus rutinas bien marcadas y que nuestro peludo no tenga que preocuparse por si me sacaran o no.
- Novedades sin control: Cuando acumulamos demasiadas novedades al mismo tiempo o cambios muy grande en nuestra vida como una mudanza, el estrés del perro aumenta considerablemente si no, lo hacemos de forma adecuada.
- Tirones de correa: un manejo adecuado de la correa puede disminuir mucho su estrés en la calle e incluso mejorar las relaciones entre el perro y el entorno o sus semejantes. Nunca debemos tirar de la correa para sacarle de las distintas situaciones en las que no queremos que se vea involucrado. Antes de eso, evitaremos que entre en la situación.
- Collares inadecuados: El uso de collares de castigo, de ahorque o incluso metálicos, van a hacer que nuestro perro tenga un nivel de estrés añadido a cada situación que se le presente. Elegir un collar o arnés adecuado es esencial para disfrutar de un paseo excelente.
- Invasión de su espacio: cuando nos acercamos a un perro y este se aleja pero nosotros insistimos en acércanos estamos invadiendo el espacio que nos esta pidiendo mantener.
- Tiempo y numero de estímulos en el paseo: cuando el paseo esta lleno de estímulos muy estresantes para el perro, debemos buscar un sitio más adecuado para su disfrute. Es mejor que la duración del paseo sea más corta pero que sea de calidad para él.
- Nunca soltarle de la correa: Hay perros a los que jamás sueltan de la correa, eso hace que su libertad se vea reducida a los metros de correa que le damos. Si no disponemos de un monte cercano, existen sitios habilitados como los «Pipicans» o parques de perros para poder soltarlos de una forma segura. Recomiendo el uso de estos recinto cuando no este lleno de perros sin que pueda disfrutar él solo de un buen olfateo y de alguna que otra carrera si lo necesita.
- Alimentación deficiente: Cuando la alimentación de nuestro perro no cubre sus necesidades nutricionales, los perros buscan suplirla comiendo muchas veces todo lo que se van encontrando por el suelo. esta búsqueda y necesidad incesante de nutrirse aumenta el estrés.
- Situaciones de miedo: las situaciones que le producen miedo no son beneficiosas, por lo que debemos intentar evitarle que se enfrente a ella si no son estrictamente necesarias.
- Sentir que no lo escuchamos: Cuando un perro no se siente escuchado y por mas señales que nos mande nunca hacemos caso de lo que nos pide creamos una brecha enorme en la confianza que depositan en nosotros por lo que el vínculo que hemos creado se ve muy dañado. Debemos aprender a escuchar lo que necesita nuestro perro.
- No respetar sus horas de descanso: Los perros necesitan mas horas de descanso que las personas y son en esos momentos en lo que el organismo de sus cuerpos regula las hormonas que hacen aparecer el estrés. Si no respetamos el descanso de nuestros perros, tampoco estamos permitiendo a su cuerpo que estabilice sus niveles de bienestar.

¿Síntomas para identificar que mi perro tiene estrés?
Podemos hacer una diferenciación entre los síntomas de un estrés agudo y del estrés crónico. Aunque todos los síntomas del estrés agudo pueden presentarse en el estrés crónico si pasan a ser de momentos puntuales en forma de picos a una manera contante.
Síntomas del estrés agudo en perros
- Saltar
- Rascarse
- Coger cosas con la boca
- Transportar con la boca
- Revolcarse por el suelo
- Sudor en las almohadillas
- Pises y cacas
- Sacudirse
- Jadeo
- Gimoteo
- Hipersalivación
- Ladridos
- Conductas destructivas ocasionales
Síntomas del estrés crónico en perros
- Todos los síntomas del estrés agudo pero mantenidos en el tiempo.
- Problemas de piel
- Perdida de pelo excesiva
- Problemas digestivos
- Conductas destructivas continuas
- Estereotipias (conductas sin sentido)
- Reactividad
- Perdida de habilidades sociales
- Perdida de sueño
- Obsesiones (con pelotas, hiperapego al guía, ansiedad por separación)
- Mordisqueo
- Coprofagia (Ingerir de heces)
- Ritmo cardíaco alto
- Exceso de tranquilidad
- Pises y cacas excesivas
- Diarrea y vómitos
- Señales de amenaza
- Temblores
- Dificultad para aprender y concentrarse
- Falta de hambre
Debemos señalar que estos son síntomas que provoca la ansiedad, pero no quiere decir que la aparición de alguno de estos síntomas sea exclusivo de ansiedad, es decir, si nuestro perro presenta un cuadro de diarrea y vómitos, lo primero que debemos hacer es ir al veterinario para descartar otras afecciones.
Puedes aprender más sobre el estrés en perros en los seminarios de «Santi» Jaime Vidal y Elisa Hinojosa de Mas que Guau sobre «estrés canino» en el cual me he inspirado para realizar este artículo. Gracias a ellos he podido comprender mejor muchas de las conductas que generan los perros y así ampliar mis conocimientos para poder ayudar un poco más a mis amigos peludos y a sus guías.