Hay muchos factores que debemos tener en cuenta antes de elegir un cachorro, ya que los perros nos harán compañía durante muchos años y la convivencia debe ser perfecta para los dos.
La elección del perro si es un cachorro, estará supeditada al tipo de tarea que va a desarrollar en el futuro. El perro deberá tener unos rasgos determinados en función del tipo de tarea que vaya a desempeñar, y cada rasgo debe tenerlo en un grado determinado; por ejemplo, un perro de defensa necesitará un alto grado de coraje, un perro de compañía no.
Antes de elegir un cachorro
A la hora de elegir el cachorro debemos tener en cuenta varios aspectos.
1. Compatibilidad con el guía:
El cachorro y el guía deben ser compatibles tanto física como psicológicamente.
- Compatibilidad física: para poder manejar al perro debe existir compatibilidad física. Una descompensación grande en cuanto a fuerza, peso, tamaño… puede ser perjudicial. Por ejemplo, una persona de constitución débil y delgada tendrá muchos problemas para manejar correctamente a un rottweiler de 50 kg.
- Compatibilidad psicológica: para que el vínculo no se vea afectado negativamente, debe existir compatibilidad psicológica entre el dueño y el cachorro. Así, una persona tranquila deberá elegir un perro acorde a sus características; no un perro de una raza con un nivel de actividad muy elevado; como por ejemplo un Border Collie. No obstante, si queremos un cachorro de una raza concreta, hemos de tener en cuenta las características propias de la raza; así, no podemos esperar encontrar un mastín español hiperactivo.
- Compatibilidad con el entorno: debemos tener en cuenta las características del entorno donde el animal va a vivir. El espacio disponible es importante, un apartamento de 70 m² no es el lugar idóneo para un mastín; además, el espacio es importante para ciertas razas con un nivel de actividad muy alto y que necesitan ejercitarse mucho. El tiempo del que dispongamos para relacionarnos y atender a nuestro perro es igualmente importante, especialmente con determinadas razas que necesitan mayores muestras de afecto, y con aquellas razas que necesitan mucho ejercicio diario. Las condiciones climáticas también son importantes, ya que muchas razas soportan muy mal el frío o calor excesivos.
2. La Raza:
Elegiremos la raza atendiendo a las características psicológicas y físicas. Podemos elegir un perro de raza o un perro mestizo.
Perro mestizo
Al elegir un perro mestizo contamos con una serie de desventajas, puesto que, normalmente, no conocemos su genealogía, y por tanto desconocemos su tendencia genética al desarrollo de una tarea concreta. Generalmente en un perro mestizo también desconocemos la evolución física que tendrá, cómo será su crecimiento, su tamaño, etc. Pero los mestizos tienen también cosas muy buenas ya que pueden coger los rasgos heredados de las distintas razas y se una combinación perfecta de las necesidades que tengamos.
Perro de raza
Los perros de raza tiene unas características heredadas pero otras de carácter que no conocemos ya que se forjan por la suma del temperamento (rasgos heredados) y las vivencias que tengan. Hay que tener en cuenta las características del pelaje: si suelta mucho pelo o poco, si hay que cepillarlos a menudo, si tiene tendencia a la formación de nudos… Asimismo deberemos tener en cuenta el tamaño que alcanzará cuando sea adulto, si tiene cola, etc.
3. La Edad
La edad más adecuada para separar al cachorro es a los dos meses. Los cachorros mayores de dos meses en ocasiones pueden darnos problemas, ya que desconocemos los factores de su entorno que han influido en sus rasgos heredados, y además, teniendo en cuenta que sólo disponemos de tiempo para moldear la expresión de sus rasgos hasta el día 112, la edad será determinante en nuestra elección; si el cachorro tiene, por ejemplo, tres meses y medio, disponemos de pocos días para todo el trabajo que debemos realizar.
No es recomendable que tengan menos de 7 semanas, porque separarlos de la madre antes de esa edad puede producir problemas de comportamiento.
4. El Sexo
Las diferencias más importantes en función del sexo son:
- Físicas: Tendrán mayor o menor importancia en función de la raza. En razas grandes es muy importante por cuestiones relativas al manejo: tamaño, peso y potencia son importantes. Los machos son más corpulentos y pesados que las hembras en la gran mayoría de las razas, y esto puede marcar la diferencia a la hora de manipular al perro, tanto para el baño, cepillado, consulta veterinaria o cualquier otra rutina como en el adiestramiento.
- Fisiológicas: son muy importantes para el adiestramiento. Durante el periodo de celo, las hembras sufren un importante cambio hormonal. Debido al aumento de la hormona progesterona, que tiene efectos calmantes, son mucho más sesibles, pierden agresividad y son más sociables; y esto tiene influencia en su comportamiento y en su atención y nivel de instintos en el adiestramiento, especialmente en los ejercicios de defensa. Sin embargo, cuando el nivel hormonal femenino es alto, pueden detectar olores en concentraciones menores que los machos. Durante el periodo de cría, las hembras sufren importantes cambios fisiológicos y metabólicos. El equilibrio mineral se ve afectado y las hembras deben recuperar la forma física. Tanto el periodo de celo como la cría suponen una interrupción importante en el adiestramiento. En el caso del celo, la duración del ciclo completo es de unos 22 días, y se puede recuperar fácilmente; pero en el caso de la cría, la interrupción es de cuatro meses y medio aproximadamente, y su influencia en el adiestramiento es muy grande porque hay que recuperar a la perra física y funcionalmente después del destete de los cachorros, para volver a alcanzar el mismo nivel de calidad en la realización de los ejercicios antes de la gestación.
- Temperamentales: genéricamente hablando, podemos decir que los machos son más independientes, con mayor tendencia a la dominancia, a marcar el territorio y a la exploración que las hembras; que, por el contrario, son generalmente más cariñosas, apegadas, obedientes y suelen presentar menos problemas por agresión por dominancia que los machos.
Todas estas características ligadas al sexo son genéricas y se suelen dar en la mayoría de los casos pero también podemos encontrarnos casos totalmente opuestos.
5. La Salud
Observaremos detenidamente al cachorro para comprobar que no presenta síntomas de tener ninguna enfermedad tales como: ojos llorosos, legañas, diarrea, vómitos, mal estado del pelo, abatimiento o dolor abdominal. Asimismo comprobaremos que está vacunado y desparasitado.
Mi recomendación antes de elegir un cachorro
Dejarte aconsejas por una persona experta que pueda analizar en profundidad todos estos rasgos y que os ayude a definir cual seria la elección correcta. Tanto si compras como si adoptas hay muchos profesionales que ofrecemos el servicio de asesoramiento para que tu experiencia y la del perro sea lo más positiva posible.
Aunque es cierto que poder analizar estos rasgos en un perro mestizo es más complicado también tienen mucho que ofrecer y las asociaciones y perreras están llenas de perros esperando darte todo su amor.